Riesgosa situación...

Escrito por LJM


Cada día que pasa crece el conflicto magisterial de los profesores morelenses y paralelamente las posibilidades de enfrentamientos entre los docentes, algunos padres de familia y hasta con la policía.
Pareciera que el gobierno espera que las demandas de algunos sectores productivos del estado y sobre todo del centro de Cuernavaca, que supuestamente resienten pérdidas por los plantones y manifestaciones, crezcan hasta hacer obligada una represión contra los inconformes con la Alianza para la Calidad de la Educación.
Es un método muy viejo de quienes se encuentran en el poder, pues justifican la intervención policíaca, en aras de proteger al sector productivo y a quienes se sienten afectados por marchas y plantones.
Lo absurdo del caso es que el problema podría destrabarse con un poco de voluntad política de quienes gobiernan Morelos.
Bastaría con atender a la demanda de suspender la Alianza por la Calidad de la Educación e iniciar mesas de trabajo para adecuarla a las condiciones y características del estado.
También reconocer que los maestros no piden heredar en el sentido estricto de la palabra sus plazas a familiares, sino que éstos tengan preferencia sobre cualquier otra persona para ocuparlas, claro, después de comprobar que están capacitados y reúnen el perfil para ello.
Este movimiento magisterial debería ocupar y preocupar a los gobernantes, pues es la gota que ha derramado el vaso tras años de injusticias y trato despótico recibido de los funcionarios.
Basta recordar que la modificación de la ley del ISSSTE que serviría supuestamente para mejorar los servicios médico-asistenciales a los derechohabientes, ha resultado una mentira absoluta y es posible probarlo asistiendo a cualquiera de sus clínicas u hospitales, en donde la atención sigue siendo muy deficiente.
Los profesores tienen menos acceso a créditos para vivienda, sus salarios son incrementados en cuatro por ciento anual, les han quitado prestaciones como los apoyos para material didáctico y tras ello y mucho más que padecen, se comprende su malestar.
Por el bien de Morelos y de miles de niños y adolescentes hoy sin clases, más que una muestra de poder con la represión policíaca, lo que se requiere es atender y comprender los reclamos de los docentes y llegar a un acuerdo lo más pronto posible.