Jornada de caos y enormes dificultades se presentaron este "viernes negro" en Italia, a causa de una huelga del sector público convocada por varios sindicatos y las manifestaciones organizadas en las grandes ciudades contra la política económica y social del Gobierno de Silvio Berlusconi.
Roma presentó grandes movilizaciones en las que participaron miles de estudiantes para protestar contra la reforma educativa aprobada por el Gobierno, donde se congregaron cerca de 300 mil personas, según los organizadores.
La marcha, que transcurrió bajo la lluvia por el centro de la ciudad capital, estaba encabezada por una pancarta con el lema "Basta con la destrucción del trabajo, los sueldos, los derechos, la escuela y los servicios públicos".
La protesta contra la reforma del sistema educativo, que prevé la eliminación de casi 100 mil puestos de trabajo entre profesores y personal no docente, fue la gran protagonista de la jornada y las mayores críticas durante las marchas estuvieron dirigidas a la ministra italiana de Educación, Maria Stella Gelmini.
Los estudiantes y profesores critican, entre otras cosas, la imposición de la nota de conducta como requisito para aprobar el curso.
Otra causa de rechazo es la que afectará a la escuela para niños de entre 6 y 11 años, en la que los alumnos volverán al maestro único, excepto en inglés, cuando ahora tenían un profesor para cada asignatura.
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