miércoles, 17 de septiembre de 2008

Lección cívica de los maestros ...


Escrito por Anastacio Solís Lezo

En estos últimos días, los maestros morelenses nos han dado muestras de lección cívica y congruencia. En otras palabras, ejercitar la teoría a la práctica. La primera gran enseñanza extramuros es que sí es posible el poder de las bases, poder popular, poder del pueblo, consagrado en el artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cuando los que representan una institución no atienden al sentir popular, es el pueblo quien tiene el inalienable derecho de decidir sobre su destino y eso es lo que están haciendo con extraordinaria visión. Esta acción incluye la democracia sindical., es intolerable que en pleno siglo XXI, con prácticas mafiosas se mantenga a la fuerza a seudo representantes que solo obedecen a intereses personales y que están lejos de representar efectivamente a la base. Seguramente argumentaran a la democracia representativa. Podemos decir que en la práctica es sólo simulación porque jamás consultan el sentir de la base. Por este motivo, la democracia participativa debe instituirse no solamente para efectos de cargos de elección popular o decisiones políticas, sino que debe incluirse para la vida sindical.
El movimiento magisterial también trasciende porque se va a la esencia. Se trata de tener calidad educativa por excelencia, si esta debe ser construida por un consenso nacional y atendiendo aspectos regionales, que incluya especialistas expertos, profesores y padres de familia. Este proyecto debe ser democrático y con visión de Estado, atendiendo a los preceptos constitucionales de que la educación debe ser pública, gratuita, laica, integral, científica y de alta calidad. A diferencia como se pretende imponer el proyecto de la alianza entre Calderón-Elba Esther y con el apoyo incondicional de Adame con una visión unilateral y autoritaria.
Otro punto que desnuda el acuerdo Calderón-Elba Esther es la soterrada pretensión de privatizar la educación. Bueno, hasta las cooperativas escolares pretenden desaparecer.
El saldo de este sexenio deja mucho que desear. La indignación y malestar por la errática política en materia de seguridad pública realizada por el gobierno, ¿Y quiénes son los responsables directos? Sencillo, Calderón y Adame.
En días recientes, la CEPAL de la ONU, en voz de la secretaria Ejecutiva Alicia Bárcena, dio a conocer el Estudio económico de América Latina y el Caribe 2007-2008, en el cual se emite un desagradable dato que sólo confirma lo que los mexicanos sentimos en carne propia, ser por segundo año consecutivo, el país con más bajo crecimiento económico con apenas 2.5 por ciento del producto interno bruto, que considerando otros factores como incremento de la población, resulta un nulo crecimiento real. En contraste con Perú que tiene un 8.3 por ciento, aunque usted no lo crea, crecimos menos que Guatemala, Haití, Honduras, entre otros. Estos datos fueron proporcionados por una instancia oficial internacional, para que no se diga que se mueven otros intereses. De algo es seguro, se muestra la cruda realidad de la ineptitud de calderón. ¿Y el empleo? La participación de algunas voces promotoras por una renovada política de seguridad pública dio origen a la expresión: “si no pueden que renuncien”, es aplicable a la evaluación en casi todas las materias de la administración pública. En el tema de la educación no es la excepción. Es momento que Adame reflexione y que no le gane la soberbia como a Carrillo Olea. Es preferible que les quede mal a Elba Esther y a Calderón que a centenas de miles de maestros morelenses y padres de familia. Es momento que Adame detenga su campaña de encono a través de medios de información en contra de los maestros. Es inmoral que el gobierno promueva campañas de odio señalándolos con palabras inapropiadas, y que han retomado algunos padres afines a la derecha, de no querer trabajar o descalificarlos diciendo que por intereses económicos personales han atentado contra la educación. En respuesta, ayer, con mucho entusiasmo y convicción, los maestros marcharon nuevamente por las calles de Cuernavaca. Entre las consignas, se escucharon las siguientes “Queridos niños, no se desesperen, muy pronto estaremos con ustedes” y muchas en apoyo a la educación publica gratuita, que por cierto, como todos sabemos, es una simulación porque debemos pagar “cuotas voluntarias forzosas” hasta para inscribir a los niños. Por su congruencia, muchas gracias maestros por sus lecciones cívicas.

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